La Educación Técnica
Es la preparación formal para un trabajo calificado en un área tecnológica especializada.
Enfatiza la adquisición de competencias propias en determinadas áreas
técnicas, persiguiendo que el estudiante opte en el futuro inmediato por estudios
superiores en áreas afines, que le permitan profesionalizarse en un campo determinado.
Objetivos:
1. Ayudar a la socialización del estudiante.
2. Contribuir a la mejora económica y movilidad socioeconómica del egresado.
3. Desarrollar el talento humano en forma pertinente a las necesidades del sistema productivo.
Historia de la Educación Técnica
La educación técnica que se conoce en la actualidad, tiene sus raíces en tres
modelos educativos que se sucedieron en el
tiempo:
1. Sistema Artesanal de aprendizaje: El cual tuvo su apogeo durante la llamada primera
revolución industrial y se mantuvo en uso hasta fines del siglo XIX. La
enseñanza era individualizada o en muy pequeños
grupos. Los artesanos maestros recibían cantidades muy limitadas de aprendices y los enseñaban al mismo tiempo en el que producían trabajos para sus
clientes.
2. Adiestramiento Manual: Se inició en Estados Unidos,
Rusia y otros países de
Europa a fines del siglo XIX. Se daba instrucción en talleres para cada artesanía u oficio: Carpintería, plomería, herrería, entre otros. Cada uno de estos oficios era analizado desde la perspectiva de sus destrezas componentes; las cuales eran luego organizadas en orden pedagógico. Los cursos combinaban
dibujos, planos, modelos y una serie sistemática de ejercicios que permitía adquirir una destreza específica, como un eslabón dentro de una cadena. De este modo, los estudiantes podrían progresar con mínima
supervisión hasta lograr el nivel esperado de destreza.
3. Escuela Progresista: Fue un
movimiento que nació en los
Estados Unidos y Europa a fines del siglo XIX, como uno de los tantos intentos de algunos educadores que deseaban contener los efectos sociales negativos que el urbanismo y el industrialismo dejaban en las clases desposeídas de esas
sociedades. Fue un movimiento por la democratización de las escuelas que trató de mover el foco del
curriculum desde los contenidos de las disciplinas hacia los estudiantes y sus necesidades de desarrollo físico y social. La idea que originó este
método fue la de permitir al estudiante que encuentre un propósito o sentido a las actividades de aprendizaje que realiza.
Para fines didácticos, Calzadilla y Bruni (1994) han dividido la historia institucional de la educación técnica en Venezuela en seis períodos:
1. Las primeras experiencias (1884-1936).
2. Los primeros técnicos (1936-1945).
3. La época gloriosa (1945-1969).
4. La bachillerización (1969-1977).
6. La nueva reforma (a partir de 1991).
Las primeras experiencias (1884-1936): Las primeras instituciones de carácter oficial dedicadas a la capacitación para el trabajo y la formación para un oficio nacen en el gobierno de Guzmán Blanco, cuando en 1884 se fundan la Escuela de Artes y Oficios, la cual ofrecía los oficios de taller más tradicionales: Albañilería, armería, carpintería, ebanistería, herrería, fundición, sastrería, zapatería, y la Escuela Politécnica Venezolana que ofrecía profesiones más relacionadas con nuevas tecnologías y las principales ramas de actividad económica del país: Comercio, telegrafía, zoología y cría, minerología y minería, agricultura y botánica. En 1893 se crearía una Escuela de Comercio para hombres y otra para mujeres, y un Instituto Agronómico. Para 1913 se habían creado adicionalmente una escuela de artes y oficios para mujeres, una escuela de enfermeras, otra escuela de comercio y una escuela federal de agricultura, cría y veterinaria.
Todas estas escuelas fueron concebidas a nivel post-primario y se les consideraba como una formación paralela a la académica, sin equivalencia en cuanto a niveles educativos, denominada "Educación Especial", las cuales se abocaban a la formación terminal para el ejercicio de un oficio, se establecieron en instituciones separadas, desvinculadas del tronco central del
sistema educativo, de esta manera se le daba respuesta al problema del papel económico de
la educación sin tocar la orientación académica de los Colegios Nacionales.
Desde 1918 en adelante, se adopta una nueva línea de
política: Se comienzan a anexar escuelas primarias a las escuelas de
educación especial y se ofrecen estudios de agricultura en ellas. En 1936, se propone una educación secundaria compuesta de dos ciclos: El primero para la educación general y el segundo para la preparación vocacional. Los dos ciclos son implantados en 1936, pero se mantiene la orientación académica en el segundo ciclo de la educación secundaria.
Los Primeros Técnicos (1936-1945): Tras
la muerte del General Gómez, toma auge el
proceso de industrialización en
Venezuela. El taller artesanal empieza a sustituirse por la
industria fabril, y con ello surge el
concepto del "técnico", quien se distingue del artesano u
hombre de oficios en la dimensión científica inherente a los
procesos de
producción de la industria moderna. Esta transformación le da un nuevo status al técnico y abre el camino para la etapa gloriosa que sigue. Los egresados del Instituto de
Administración Comercial y de Hacienda y de la Escuela Técnica Caracas, ahora contaban con 11 y 12 años de estudios, el más alto nivel de escolaridad ofrecida por el sector de educación especial hasta el momento. Sus egresados obtenían los títulos de
administrador comercial y técnico industrial respectivamente. Ya para 1945, los egresados del Instituto de
Administración Comercial y de Hacienda tenían acceso a la
Universidad Central de Venezuela –muy pronto también los egresados de la ETI Caracas también pudieron accederla-. Con este nuevo concepto del técnico, se observa, por primera vez, un importante incremento en las matrículas de los institutos de formación comercial e industrial.
La Época Gloriosa (1945 – 1969): En esta etapa se observa la consolidación de la
estructura de este sistema educativo, se desarrolla un sentido de
identidad profesional entre los egresados del sector y los involucrados en su
docencia y administración; además de que se da inicio a la discusión sobre la articulación del subsector con el resto del
sistema educativo. Se crea la
Dirección de Educación Artesanal y Comercial (DARINCO) en 1958, para atender el crecimiento del sector. Para 1969, el sector oficial contaba con 55 escuelas artesanales, 39 escuelas industriales, 61 institutos de comercio y 5 escuelas
técnicas agropecuarias, con un total de 112.161 alumnos.
La Bachillerización (1969 – 1977): Se promulga el decreto 120 en agosto de 1969, con lo cual este sector pierde su identidad institucional y nivel de excelencia, porque la educación técnica fue convertida en una rama de la educación media, ya que se implanta el ciclo básico común y se elimina todo el subsector de formación vocacional de tercer nivel conducente al título de perito. Se eliminó DARINCO y la educación técnica pasa a ser dirigida por la dirección de Educación Media. Se cerraron las escuelas y las carreras vocacionales se ofrecerían ahora en cualquier liceo. Muchos
docentes de alto nivel migraron hacia las universidades debido a que se establecieron sueldos comunes a toda la educación media en el área técnica. La formación técnica de la época no había logrado una relación estrecha con el sector productivo. Se crearon institutos y colegios universitarios donde se ofrecían carreras cortas trasladando la formación técnica hacia el nivel de educación superior postergando el ingreso de los jóvenes al
mercado de
trabajo.
La Nueva Educación Técnica (1977 – 1991): Fue un nostálgico pero fallido intento de volver al pasado, ya que fue
un ensayo curricular y no una reforma institucional en profundidad, que surge como respuesta a los efectos negativos del decreto 120 sobre la
calidad de la formación vocacional. En 1976, Carlos Andrés Pérez anuncia el restablecimiento de las escuelas técnicas industriales, tomando medidas que buscan rescatar la rigurosidad teórica y la profundidad práctica de los antiguos
programas, ofrecer una formación profesional cercana al nivel primario y rescatar la identidad institucional de la educación técnica. Se reabrieron 38 escuelas técnicas en las áreas industriales, (ETI), comerciales (ETC), agropecuarias (ETA) y asistenciales.
Considerándose muy corto un período de dos años para formar un profesional, la nueva escuela técnica pone a un lado el ciclo básico común, y exige como requisito de admisión, el sexto grado, ofreciendo un ciclo básico técnico de tres años de duración, donde el alumno recibiría catorce horas semanales de preparación práctica (formación para el trabajo). Adquiridas en esos años las destrezas
manuales y teóricas básicas en diversas disciplinas, el egresado del ciclo básico técnico proseguiría estudios de especialización en un ciclo profesional de dos años de duración.
El egresado obtendría luego el título de técnico medio equivalente al de bachiller para efectos de admisión en las instituciones de educación superior. No se creó un organismo rector para el
programa, se mantuvo la
organización de los liceos para las nuevas escuelas técnicas, se mantuvo la homologación de sueldos del profesorado establecida en 1969, por lo que tampoco cambió el perfil del docente.
La Nueva Reforma (1991): Se implanta a modo de prueba en quince planteles del sector. Se elimina el ciclo básico técnico y se implementa un nuevo
ensayo curricular de cuarto nivel que pretende ser más actualizado, riguroso y global que el ofrecido en el ciclo diversificado. Desde el punto de vista estructural, la secuencia de estudios no difiere mucho de éste último.
La mayor
innovación, desde el punto de vista curricular, es la extensión de las
pasantías en
empresas de seis semanas a dos lapsos. Con ello se espera vincular institucionalmente la formación de los estudiantes con las necesidades del sector productivo.
Las Escuelas Técnicas Robinsonianas: Refundación de las Escuelas Técnicas
Proyecto 2000 – 2006: Este proyecto forma parte de un programa más amplio que aspira a la refundación de las escuelas técnicas. Dicho programa se sustenta sobre cuatro objetivos fundamentales interdependientes entre sí: Mejoramiento de la infraestructura, transformación curricular,
mantenimiento y dotación, actualización docente y fortalecimiento permanente de centros de formación técnico profesional. El alcance de este proyecto se fundamenta en el compromiso de la formación integral de los jóvenes y adultos para afrontar al trabajo productivo y el desarrollo autónomo del país.
Publicado por PNF Participantes ETCRZ "Pedro García Leal"